Por Armando Velásquez
Ver para escuchar
Entre la imagen
y la música se ha desarrollado un equilibrio en el cual se debe transitar si el
objetivo final es la difusión
Eran
las 7:30 am. hacía frío y era diciembre, sábado 14 para ser más precisos, y
Carlos Hernández, cantante de hip-hop bajo el sobrenombre “Pera Mc”, hacía sus
respectivas llamadas para saber si todo iba acorde al plan. Yo, a su lado,
sabía la importancia que ese día arrastraba, se iba a empezar a grabar el
videoclip de “Sophia”, el primer sencillo de su recopilatorio 2013. Todo estaba
milimetrado, como el viejo dicho, se sabe que: “El tiempo es oro”.
Cabe
destacar que un videoclip es un cortometraje que actúa como la representación
visual de una canción. El propósito principal es el de difusión, ya sea por
internet o la televisión. Alejandro Hernández, director y editor, hermano de
Carlos, ya había comentado la importancia del videoclip, y también dejó claro
cuál sería el concepto creativo detrás de la pieza audiovisual. A las 9 am.
llegaron a la casa las tres personas que iban a ayudar en el rodaje, se
alistaron las cámaras y manos a la obra.
Toda
esta situación era nueva para mí, cuando te acostumbras a ser espectador y te
toca presenciar todo el proceso previo a lo que se ve por los medios, todo se
hace un poco confuso. ¿Dónde grabar? ¿Necesitan otro color las paredes? ¿Dónde
queda mejor la luz? Aclarar las tomas fue lo primero que se hizo, cada quién
daba su opinión, pero al final el director fue quien decidió. Parece
insignificante pero todo esto posee un contenido inmenso a la hora de ser
visto. Algo mal planificado, arruinaría todo el trabajo. Se pintó la cara de
color amarillo a Carlos, “Te pondrás acá”, le dijeron, empezó a sonar la música
y a la vez se inició la grabación.
Órdenes, cámara,
¡acción!
“¡Para,
para!” se escuchó varias veces, seguido de: “No me gustó, a repetirlo”. Se rodó
la misma escena unas cinco veces, para mí no cambiaba nada, solo repetían lo
mismo y grababan. Obviamente para el director sí había diferencia. Ya eran las
11 am. Había llegado el momento de descansar un poco, yo prendí un cigarro y me
senté en silencio a pensar en qué tan importante podía ser un videoclip.
El
videoclip comenzó su apogeo en 1920 gracias a Oskar
Fischinger y otra corriente de europeos, quienes crearon piezas de
imagen para obras musicales. A partir de este momento, autores como John Mundy
o Neil Feineman remontan el origen del videoclip al cine. También otros como
Simon Frith están en contra de dicho postulado. Frith, en su obra Music for pleasure (1988), analiza una
serie de razones por las cuales el videoclip no tiene sus orígenes en el cine.
Pasó
el descanso, eran las 11:30 am. y a Carlos le estaban pintando la cara de azul.
Alejandro, exigente, buscó otro sitio dentro de la casa para seguir grabando,
esta vez sería un lugar con más luz, aprovechando que el día estaba soleado.
“Carlos, acá y no te muevas mucho, también amárrate los dreads”, fueron las
órdenes, se ajustó la cámara con respecto al plano de grabación y se empezó
nuevamente. Esta vez se grabó la canción completa unas tres veces, de las
cuales todas las tomas eran distintas.
Ya
eran las 2:15 pm. Justo el momento de almorzar, todos teníamos hambre y
teníamos pizza para resolver la situación. A las 3 pm. se continuó con el
trabajo. Esta vez le pintaron la cara de rojo a Carlos y se eligió el mismo
sitio para continuar la grabación. Esto se grabó dos veces, con eso fue
suficiente. Seguido a esto, Carlos se lavó la cara, para nada, porque se la
pintaron nuevamente, esta vez de color negro. Se volvió a grabar la canción
completa, pero, para mi sorpresa, con una vez fue suficiente.
La
música y la imagen son una combinación poderosa de lenguajes. Los videos
musicales están muy ligados al marketing. Como dice Keith Negus en su obra Popular music in theory. An introduction
(1996): “Los videoclips están ocupando nuevos espacios en tiendas, bares,
estaciones de autobús o metro, gimnasios y hasta en pantallas de televisión
colocadas en las calles y plazas de las grandes ciudades”. Es que actualmente
lo visual tiene extrema importancia, los artistas necesitan algo que facilite
la difusión de su música y si el material audiovisual es apropiado se puede
lograr con eficacia.
Vi
mi reloj, eran casi las 6 pm. Esta vez le pintaron la cara de blanco a Carlos y
grabaron la canción completa una vez más, justo en el mismo sitio donde lo
grabaron con la cara pintada de rojo y de negro. Por la falta de luz sabía que
estábamos en la recta final del día. El penúltimo toque sería pintarle la cara
a Carlos de todos los colores, pero esta escena, según Alejandro, sería la más
delicada de todas. La falta de luz condicionaba todo. Se grabó unas tres veces
esta vez, solo para asegurar que no faltaría nada a la hora de editar.
6:40
pm. y ya no había luz, pero faltaba una toma para completar lo que Alejandro
tenía en mente. Se resolvió de la manera más sencilla: en la casa donde se
estaba grabando, que era muy grande, habían muchas pinturas guindadas en la
pared y una en especifico era la más grande de todas, era un paisaje entre
arboles y montañas. Esta era lo suficientemente llamativa como para servir de
fondo. Ya Carlos se había lavado la cara y se sentó frente al cuadro,
nuevamente volvieron a grabar, con luz artificial, pero esta vez pareció más
rápido que todas las demás. Ya, al finalizar, el día había terminado, solo
faltaba la edición del video. Yo, fatigado, emprendí mi camino a mi hogar.
Ya
para las 8:30 pm. estaba en mi casa y solo me dediqué a investigar acerca de
los videoclips. Es una herramienta inteligente y necesaria para los músicos ya
que cuando se acaricia lo visual y se tocan los gustos, se crean lazos con el
oyente y se hace más fácil la expansión del contenido musical. Todo esto indica
que hay que ser cauteloso en el juego del equilibrio audiovisual.
Con respecto al
presupuesto
A
lo largo de los años se ha invertido infinita cantidad de dinero para hacer
videoclips, los días de grabación pueden ser varios, incluso semanas, y la
edición es una de las cosas más costosas. El videoclip más costoso de la
historia perteneció a Michael Jackson en dueto con Janet Jackson, fue la
canción Scream y costó un estimado de 7.000.000 de dólares. Entre otros,
también está Madonna con las canciones Bedtime Story y Express Yourself, ambos
rondando entre los 5.000.000 de dólares. También en esta lista podemos
encontrar a Guns N’ Roses, Britney Spears y Backstreet Boys. Con respecto al
videoclip de Sophia, no sé cuánto dinero se pudo haber invertido. Se publicó el
30 de diciembre por Youtube y las redes sociales Facebook y Twitter y hoy en
día ya tiene casi 500 reproducciones.
Screenshot del videoclip Sophia de Pera Mc |